Wednesday, March 19, 2008

Quien es quien..

Hace unas tres semanas que en la ciudad donde vivimos llovió por casi tres horas sin parar, y como resultado de la lluvia, fuimos forzados a conocer a los vecinos que no conocíamos, entre ellos un pastor de una de las iglesias locales. Conversamos algunas cosas entre ellas, el me dio algunos datos que yo encontré difíciles de creer en comparación con los datos que el censo Brasileño señala. Por ejemplo, de acuerdo con este pastor, la ciudad donde vivimos tiene 1000 iglesias y 25% de la población (25% de 380 mil habitantes) son evangélicos. Ahora, de acuerdo con el censo de población Brasileño, 16% de la población son evangélicos, por supuesto que el censo es realizado por entidades del gobierno que no están interesadas en parámetros doctrinales, y por esa razón sectas como los testigos de Jehová y mormones están siendo considerados dentro del grupo de los evangélicos, pero, ¿y a mi que? ¿qué vela tengo yo en ese entierro? Se preguntaran ustedes, bueno, lo crea o no usted y yo tenemos una vela importante en ese entierro por que como Iglesias de Jesús debemos tener conciencia que es lo que hace a alguien evangélico y a otro no.
Cuando yo pregunte a mi vecino ¿cómo ellos deciden quien es evangélico y quien no? El me dio una respuesta un tanto asustadora. El me dijo que eles consideraban dentro de los evangélicos:
1. Personas que ven o oyen los programas de radio y televisión de la iglesia, y sostienen la obra económicamente
2. Ex – católicos que asisten a las iglesias no católicas de la ciudad
3. Ex santeros, espiritas y personas que preactivan las religiones afro-brasileñas y ahora asisten a las iglesias evangélicas de la ciudad.
Cuando pregunte para este pastor, ¿qué tipo de seguimiento se da a los nuevos convertidos en sus iglesias? El respondió que: “básicamente el discipulado consiste en que ellos abandonen las practicas que tenían en la iglesia católica, en la “macumba”, “candomblé” (religiones afro-brasileñas), o en la santería y que aprendan a vivir como los creyentes”.
El hecho de que una persona abandone practicas idolatras o paganas no la hace ni mas ni menos salvo; desafortunadamente la realidad de nuestras iglesias evangélicas, incluyendo a nuestras iglesias bautistas es que estamos dedicando mucho mas tiempo a que las personas que vienen a nuestras iglesias cumplan con una serie de requisitos y practicas para ser aceptos en nuestro medio. Damos mas énfasis a el hacer que al ser. Que quiero decir con esto, cuando una persona viene a nuestras iglesias, inmediatamente comienza a querer cumplir una serie de requisitos como dejar de tomar licor, fumar, decir malas palabras en publico, etc., para ser acepta como miembro de nuestras congregaciones e iglesias. Entonces, cuando esa persona logra cumplir con la mayoría de nuestros requisitos, es entonces que la podemos considerar como apto para el bautismo y la membresía.
Ser evangélico no significa solamente ser una persona moralmente correcta, ser evangélico debería significar ser seguidor de Jesús, amarlo a El sobre todas las cosas y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. De hecho, hay personas como algunos monjes budistas o católicos que practican con mas rigor que los evangélicos la abstinencia de licor, cigarro, música que no es cristiana, y otras cosas, mas eso no significa que sean discípulos seguidores de Jesús.
Entonces, al final de cuentas, ¿qué debería ser, ser un evangélico? Creo que ser evangélico debería estar basado no en lo que dejamos de hacer ni en lo que ahora hacemos, sino en nuestra relación con Dios, en quien El es para nosotros y en quien nosotros somos para El. Dios nos ha dado una nueva naturaleza por el solo hecho de que a El así le place, Dios nos llama sus hijos no por lo que hacemos para El, o dejamos de hacer para nosotros, mas simplemente por que así le place. Como sus discípulos y seguidores, es esencial para tener descanso personal y seguir con nuestra misión de hacer discípulos de todas las naciones, que entendamos y practiquemos un evangelismo que esta basado en una relación de Padre e hijo, de Señor y siervo, de Vid y pámpanos que es eterna, inmutable, y perfecta con nuestros Señor y creador, y que el por su voluntad, gusto e infinita sabiduría, decidió que no estuviese fundada en las obras que nosotros podamos hacer por El, sino en lo que Jesús ya hizo por nosotros.